La Generalitat Valenciana ha iniciado el expediente para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) a la paella valenciana y el arte de unir y compartir. Esa declaración, que se produjo el pasado 23 de abril, la recoge ahora una disposición del Boletín Oficial del Estado (BOE) donde se detallan todos los elementos importantes de la receta valenciana.
«Representa un sentimiento de identidad y continuidad que debemos salvaguardar, mantener y transmitir a generaciones futuras», reza una de las líneas de esta declaración sobre la paella que también afirma que «es el epicentro de la tradición gastronómica valenciana, un elemento vertebrador que, junto con su elaboración y relevancia cultural del territorio español, se ha convertido en una de las marcas mundiales más prestigiosas».
El BOE recoge la historia de la paella, desde Alejandro Magno hasta nuestros días, e identifica las fiestas patronales y eventos de paellas multitudinarias como ejemplos del punto de unión que supone este plato valenciano.
También vincula a la paella con la dieta mediterránea y establece una serie de normas que deben ser respetadas, como el caso de echar el arroz en cruz a la hora de cocinar, no removerlo cuando se está cocinando o que si se come directamente de la paella se haga por porciones triangulares y dejando el centro libre para quien quiera servirse una ración en plato.
«En toda familia valenciana existe algún recuerdo en el centro culinario del momento haya sido la paella; ya sea en una boda, fiesta o sencilla pero emotiva comida familiar de fin de semana. Está basada en la comunidad. Toda la sociedad valenciana reconoce la paella como un valor propio, en el que participa, ya sea en su elaboración, mantenimiento o transmisión, o en todos, como patrimonio», cierra el documento de 8 páginas que la Conselleria de Cultura ha elaborado para su declaración como BIC.