Hay algo que todas las ciudades tienen en su ADN pero que en Barcelona es como sagrado: somos una ciudad de barrios. Y esa frase juega en el doble sentido, porque somos muy de barrio y somos muy de ciudad. Lo uno y lo otro. Por eso, la Ronda de Dalt lleva años levantando polémica ya que separa total y radicalmente los barrios de Sant Genís y la Teixonera. Y no nos gusta que nos separen.
La Ronda de Dalt lleva entre proyectos desde que nos alcanza la memoria pero todo parecía ir encaminado más o menos cuando se pactó en la era Trias la cobertura de la vía. Ahora se ha anunciado que en julio comenzarán las obras para ello, pero solo de una parte de lo que se habló. Los vecinos, que llevan desde principios de los 90 en una batalla por acercar sus barrios, no lo consideran suficiente. «Si lo hacen, lo hacen por su cuenta, no con nuestro apoyo”, dicen.
Las obras cubrirán un tramo de 180 metros entre el Mercado de la Vall d’Hebron y el instituto de mismo nombre. Otros 320 metros se dejan para la siguiente legislatura.