
La crisis sanitarias derivada del coronavirus obligó a paralizar las obras de la Basílica de la Sagrada Familia, al tiempo que mermó los ingresos de su financiación. Es por ello que los responsables de sus obras han anunciado que estas no acabarán en 2026, como estaba previsto.
Ha sido el presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, Esteve Camps, quien ha reconocido que este plazo será «imposible» de cumplir. También ha confirmado que las obras se reanudarán en unas dos semanas y que la torre de la Madre de Dios sí estará terminada para el año que viene.
«Los efectos de la pandemia de la Covid nos fuerzan a replantear el calendario que teníamos previsto. Esto afecta a la meta que teníamos marcada para 2026, que coincidía con el centenario de la defunción del arquitecto Antoni Gaudí. El contexto y las circunstancias actuales no permiten dibujar con suficientes garantías horizontes de futuro a largo plazo», ha señalado Camps.
Según ha confirmado la Junta Constructora, los ingresos generados por las entradas a la basílica de Gaudí permitieron sufragar las obras con un presupuesto de 100 millones de euros, presupuesto que para el año próximo se verá reducido a tan solo 17 millones de euros.