Una vez nos pusimos a contar y nos dimos cuenta de que en Barcelona había estatuas ingeniosas como para hacer una ruta de meses. Las estatuas eran geniales y a pesar de lo extrañas o peculiares que fueran, eran fácilmente indentificables. Vamos, que sabías en todo momento lo que estabas viendo.
Pero en Barcelona se nos conoce por nuestro gusto por la tendencia, la innovación y la vanguardia. Y eso lo hemos aplicado a cualquier tipo de arte.
Cuando unimos esos conceptos al abstracto y a las estructuras, esto es lo que sale:
Dona i ocell – Joan Miró – 1983 (Parc Joan Miró)
El Peix d’Or – Frank Gehry – 1992 (Passeig Marítim de la Barceloneta)
L’estel ferit – Rebecca Horn -1992 (La Barceloneta)
El Cap de Barcelona – Roy Lichtenstein – 1992 (Passeig de Colom)
El Drac – Andrés Nagel – 1987 (Parc de l’Espanya Industrial)
David y Goliat -Antoni Llena – 1992 (Plaça dels Voluntaris Olímpics)
Homenatge a Picasso – Antoni Tàpies – 1983 ( Passeig de Picasso)
Barcino – Joan Brossa – 1992 (Plaça Nova)
Elogi de l’aigua – Eduardo Chillida – 1987 ( Parc de la Creueta del Coll)
Monument a Francesc Macià – Josep Maria Subirachs – 1991 (Plaça de Catalunya)
Cielo caído – Beverly Pepper – 1988 (Parque de la Estació del Nord)