Las fiestas de Sant Roc son las más antiguas de Barcelona. De hecho, este año se celebrará la 428ª edición de las mismas, cosa que no es moco de pavo. Tienen la mala suerte de compartir fechas con la Fiesta Mayor de Gràcia, pero el encanto de la fiesta del Barrio Gòtico no ha pasado desapercibido para el Govern de la Generalitat de Catalunya que la declaró el pasado martes Fiesta patrimonial de interés nacional, quedando así incluidas en el Catálogo del Patrimonio Festivo de Catalunya.
La Consellería de Cultura ha destacado su “fuerte carácter tradicional e importantes componentes de imaginería festiva”. No en vano, las fiestas de Sant Roc tienen una gran variedad de personajes y actividades. Todos conocemos su Cucanya (que hace las delicias de los niños), el Porrón Largo, el Globo del Capità Munyón, el Nan Cu-cut o las banderas (la Verde y la Heráldica).
Para encontrar sus orígenes debemos retroceder hasta 1563, año en el que el Consell de Cent de Barcelona pidió al santo protección para la ciudad por la peste. Ese acto volvió a repetirse seis años después y fue tal su éxito que desde entonces se decidió celebrar una fiesta anual como cortesía hacia el patrón. Desde 1589 la organización de las mismas está en manos de la Confraria de Sant Roch de la Plassa Nova. A pesar del paso de los años y del enorme cambio del barrio esta asociación sigue vigente y dispuesta a volver a hacernos pasar unas buenas fiestas el próximo agosto.
Fuente de la foto: Nico Alonso / lameva.barcelona.cat