Lejos queda ese idílico 2014 en el que la bandera azul ondeaba en algún punto de las ocho playas barcelonesas.
La bandera azul, antes de nada, es un galardón anual que otorgan la Fundación de Educación Ambiental y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor. En la entrega de esta distinción se valoran los siguientes criterios: la calidad del agua, la información y educación ambiental, la gestión ambiental y la seguridad, así como los servicios y las instalaciones.
Entonces, decimos, con respecto al año pasado La Barceloneta y la Nova Icària la han perdido (sus aguas han recibido la calificación de «buena», pero no de excelente). En 2014 también tenían la bandera azul las playas del Somorrostro, la del Llevant y la zona de baños del Fòrum. Entonces, ¿cuáles mantienen la bandera azul? A fecha de mayo de 2018, sólo la conservan Bogatell, la Nova Mar Bella, Sant Sebastià y Sant Miquel.
Sobre las razones por las que ya no mantienen esta distinción cualitativa se ha hablado del estado del agua. Dicho estado, como decimos, no es excelente, pero las razones son de temporal. No tiene nada que ver, a priori, con turistas, aglomeraciones o cualquier otro tipo de injerencia humana. Basta una tormenta que arrastre materiales para que se alteren los resultados.
Por otro lado y como guinda del pastel o nota displicente para quien lo quiera ver así, el pantano de San Juan, en la comunidad de Madrid, se ha convertido en el primer núcleo acuífero de la comunidad en recibir la bandera azul.