El cierre de todo tipo de locales en Barcelona ha sido una constante durante la pandemia. El último en caer ha sido los míticos cines Méliès, un templo del cine independiente que ha echado la persiana después de casi un cuarto de siglo funcionando.
El propietario de los cines, Carles Balagué, ha dicho al periódico Ara que «la decisión ha sido difícil, pero no nos vemos capaces de seguir con el proyecto con una situación económica tan delicada. Las medidas relacionadas con el covid nos habrían obligado a fichar a dos personas y eso no podíamos asumirlo. Pero también han influido mucho las malas relaciones con la propiedad de la finca, que es Coral Homes, una filial de CaixaBank que no cuida nada de ella. La finca está en malas condiciones y siempre estábamos haciendo reparaciones».
La pandemia fue la gota que colmó el vaso de un negocio que en los últimos años había tenido que hacer frente a un incendio, una inundación y la caída del techo de una de las salas.
Ahora, con el cine Méliès muere también un trozo de la vida cultural barcelonesa que tanto se nutre de la oferta independiente que sitios como este sabían ofrecer.