
El Consejo de Europa es el nivel más elevado de cooperación política entre los países de la Unión Europea y tiene como objetivo proteger los derechos humanos. ¿Qué tiene que ver todo esto con los Jardines de Cambrils y Lloret de Mar? En 1987 el Consejo de Europa lanzó un programa de Itinerarios Culturales para poner de manifiesto los valores fundamentales del Consejo, que además de defender los derechos humanos, promovía la democracia cultural, la diversidad cultural o el enriquecimiento a través de fronteras y tiempos.
Uno de los Itinerarios Culturales es el de los Jardines Históricos. Más de 30 jardines repartidos por Europa, entre los que encontramos dos en Cataluña, el Parc Samà en Cambrils y los Jardines de Santa Clotilde en Lloret de Mar.
Samà
El Parc Samà se encuentra en la zona de Cambrils-Costa Daurada, en Tarragona, una zona privilegiada rodeada por el mar y la montaña. Fue Dalvador Samà i Torrens, marqués de Marianao, quien dio nombre a los jardines y quien encargó a Josep Fonterè el proyecto en 1881. El parque ha sido testigo de numerosos sucesos históricos, desde una visita del Rey Alfonso XIII, pasando por la Guerra Civil como emplazamiento militar, campo de producción agrícola o sede de un Festival Internacional de Música.
En 1981, justo un siglo después de que se iniciara el proyecto, Alfonso de Fontcuberta, VII Marqués de Marianao, heredó el complejo. Lo restructuró, y bajo la influencia del modelo de entretenimiento norteamericano, empezó a comercializar el parque desde el punto de vista turístico. Por lo que se puede decir que Parc Samà fue el primer parque de ocio en España.
El jardín romántico está repleto de especies vegetales como palmeras, plataneros, robles, cedros o pinos que acompañan a los faisanes, patos, pavos, peces y tortugas que habitan el lugar. Parece una creación improvisada, pero no renuncia a la composición ordenada al más puro estilo francés. En general, combina diferentes estilos que lo convierten en un espacio con una inmensa riqueza.
Santa Clotilde
Los Jardines de Santa Clotilde, ubicados en el municipio de San Lloret de Mar, en Girona, son consecuencia de la determinación de un ilustre personaje del siglo pasado, el marqués de Roriralta. Raül Roviralta i Astoul convirtió unos viñedos en una casa con jardines a los que puso el nombre de su primera mujer a principios del siglo XX. El trabajo cayó en manos de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, un arquitecto en ciernes por aquel entonces, que se acabaría convirtiendo en uno de los paisajistas más eminentes de Cataluña.
Con la contribución de Roriralta, y después de una reforma en 1958, los jardines de Santa Clotilde en 1972 serían declarados Paraje Pintoresco por el Gobierno de España. Tiempo después, en 1994, la Genaralitat los catalogó como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). La familia Roviralta acabaría cediendo los jardines al Ayuntamiento de Lloret de Mar en 1997. Desde entonces, el Consistorio tiene como objetivo convertir a los Jardines en un foco turístico alternativo al de sol y playa tradicional en la Costa Brava.
El diseño de los jardines está ligado al entorno que los rodea. De este modo, se organiza a partir de unos ejes visuales que recrean las líneas arquitectónica que recrean las cortinas de árboles. No rompe con el paisaje, sino que potencia el ambiente. Los muros son invisibles y han sido sustituidos por terraplenes suaves. Todo gracias al escalonamiento del terreno.
Otros históricos
Además del Parc Samà y Santa Clotilde, en España podemos encontrar otros parques y jardines que forman parte de esta exclusiva lista en la que podemos encontrar, los Jardines de la Alahambra en Granada, los Jardines de Aranjuez en la Comunidad de Madrid y la Finca Raixa en Islas Baleares.