Las visitas se conciertan llamando al 93 270 16 21 o mandando un correo a informacio@iec.cat
Un homenaje literario sin precedentes conocidos. Ese puede ser un buen punto de partida para definir los Jardines de Mercè Rodoreda. Unos jardines que funcionan como parque de atracciones de sus libros y como original análisis de su obra.
Y me explico. En los Jardines de Mercè Rodoreda no hay secuoyas. Pero no las hay no porque no arraiguen en el terruño Mediterráneo (que también). No las hay porque no las mencionó en sus libros. Por si no se entendiera: los Jardines de Mercè Rodoreda están formados (exclusivamente) por plantas, árboles y flores que alguna vez aparecieron mencionados en sus libros.
Es más; a cada pino, a cada encina, a cada almendro, los acompaña una inscripción. Una placa informativa y literaria con el fragmento concreto en el que Rodoreda los referenció.
¿Y quién se ha atrevido a llevar a cabo esta astracanada? Porque en Rodoreda sería tan poético como ególatra y resulta difícil pensar en un megalómano con tanto interés en la obra de una escritora. Lo lleva a cabo el Instituto de Estudios Catalanes. Y lo hace -creemos- porque de bien nacido es ser agradecido. Rodoreda legó la propiedad intelectual de su obra al ICA.
Los jardines de Mercè Rodoreda, lamentablemente, no están abiertos al público. Aunque esto no significa que no puedan ser visitados. El Instituto de Estudios Catalanes organiza visitas todas las semanas y sus puertas se suelen abrir en ocasiones especiales como Sant Jordi. Las visitas al edificio entero son los martes y los jueves por la mañana. Las visitas al jardín son los viernes y duran alrededor de 30 minutos.