Los trabajadores de las oficinas de Desigual acaban de conseguir que su jornada laboral pase a ser de cuatro días semanales, de lunes a jueves. Los viernes, a partir de ahora, serán un día nuevo completamente libre. El proceso de votaciones terminó ayer y la resolución ha comenzado a aplicarse hoy mismo.
La empresa ya llevaba varios años trabajando en ello y los trabajadores respondiendo a formularios de sugerencias para mejorar sus condiciones y productividad. Pero todo comenzó, definitivamente, en septiembre, cuando el director general de Desigual, Alberto Ojinaga, y Thomas Meyer, el fundador de la firma, anunciaron la propuesta en sus oficinas de Barcelona.
Además de encajar directamente con la imagen de marca, para ambos se trata de una mejora definitiva tanto en términos de conciliación laboral, como en términos de retención y atracción de talento, que requería de dos tercios de la plantilla para ser aprobada.
A través de un proceso de votación —que ha obtenido un resultado del 85,6 % de votos a favor, de una participación del 98%—, la jornada laboral de las oficinas de la marca catalana quedará reducida de 39,5 a 34,5 horas. Un 13% que quedará reflejado en una reducción del 6,5% del sueldo de los trabajadores, encargándose la empresa misma de la proporción restante. A esto habría que añadir todo lo que va a ahorrarse en cuestión de suministros (agua, luz, comida, etc.) de ese día menos a la semana en el que todo estará apagado.
De los 2.700 trabajadores que tiene la empresa actualmente, sólo 502 trabajan en oficina, los beneficiados de esta ventaja, que ya contaban con el «privilegio», entre otros, —y en tanto que para el resto esta dinámica sería distinta— de tener los fines de semana libres.