Salir a la calle con niños cuando llueve, hace mucho frío o un calor extremo, puede ser una auténtica odisea. Acabar con la ropa mojada, empapada de sudor o estar horas en un parque de la ciudad con estas condiciones climatológicas no es agradable para nadie.
Por eso, te ofrecemos algunas alternativas a las manualidades, las pizzas caseras o las muffins con ingredientes secretos que solo los niños sabrán. Planes de interior para que los días de lluvia no resulten aburridos ni monótonos. Aquí tienes algunas opciones que te recomendamos:
Ludotecas
Barcelona cuenta con una red de ludotecas públicas, espacios de juego con propuestas educativas y lúdicas. Hay más de 18 propuestas y algunas de las más conocidas son la Arimel, en el Carmel, la Ludoteca La Verneda, o la Ludoteca Casa Bloc en Sant Andreu.
También las hay privadas. El Cau es una de las más concurridas. Situado en pleno Eixample de Barcelona (c/Villarroel 237), cuenta con más de 200 metros cuadrados con pasillos, telas rampas y juguetes. Otra de las opciones de juego libre es Mamá Canguro que se ubica en el barrio de Gracia (C/Sant Salvador 117) y se presenta en forma de casitas que invitan a los más pequeños a prepararse para el juego simbólico. En pleno barrio de Sarrià (C/Santaló 130) encontramos Peek a Boo, un espacio en el que se organizan numerosas actividades y talleres, e incluso fiestas de cumpleaños.
Bubble Planet
Exposiciones interactivas como Bubble Planet te permiten pasarlo bien mientras interaccionas con el entorno. Cuenta con muchas salas, enfocadas a todo tipo de público, con propuestas específicas para los niños y niñas. Entre ellas está una piscina con bolas gigante, que simula una bañera, una sala llena de globos de látex, un laberinto de luces o un puesto de manualidades en el que puedes pintar un dibujo que se proyecta en una pantalla.
Se trata de una experiencia sensorial que gusta tanto a los mayores como a las criaturas que te permite distraerte un buen rato de la rutina entre semana. Es también un muy buen plan interior para cuando llueve.
Museos
Visitar museos de la ciudad los días de lluvia o calor extremo es también un buen plan. Uno de los más familiares es el Museu de les Ciències Naturals, pero también están el CaixaFòrum, el Cosmo Caixa, el Museu de Cera, el Museu de la Xocolata, el Museu Marítim o el Museu d’Arqueologia de Catalunya.
Barcelona tiene una oferta cultural muy variada y asequible para aproximar la cultura a todo el mundo. Además si coincide con el primer domingo de mes la entrada en algunos museos será completamente gratuita.
Bibliotecas
La mayoría de bibliotecas de Barcelona tienen apartado infantil dinamizado con actividades, talleres y propuestas de cuentacuentos. Entre las actividades destaca la propuesta llamada Aperitius musicals, a partir de cuatro años, que desarrollan la creatividad de los más pequeños a través de audiciones. Entre las mejores bibliotecas con espacio infantil destacan la Gabriel García Marquez, la Biblioteca Jaume Fuster, la de la Sagrada Familia o la Biblioteca Agustí Centelles.
Jumping Yards
Uno de los planes estrella a partir de 6 años cuando llueve. Los Jumping Yards se convierten en espacios lúdicos en los que saltar y descargar la energía agresiva mientras te lo pasas en grande. Entre los más conocidos está el The Indoor Jumping Club, el Jumping Extreme Barcelona o el JumpYard Barcelona, en Cornellà. Si los niños son un poco más pequeños (de 3 a 12 años) el Monsters Jümp, en Esplugues de Llobregat, es vuestro plan ideal.
Parques con hinchables
Los parques con hinchables o piscinas de bolas siempre son un plan asegurado. Eso sí, hay que vigilar cuando llueve porque es cuando más concurridos están. Los más conocidos de Barcelona son Planeta Màgic, en la Calle Viladomat y también en Sagrada Familia y los parques Aventura Park, de Av. de Roma y Gran Via de les Corts Catalanes. Para los más pequeños Kidland, en Sant Boi de Llobregat, es también una muy buena opción.
Aquarium de Barcelona
Una propuesta para ver de cerca los distintos animales que se encuentran tanto en aguas tropicales como en el Mediterráneo. La entrada es gratuita para los menores de dos años, dura como mínimo unas dos horas y con ella podrás estar en las instalaciones el tiempo que quieras dentro del mismo día de visita. A los más pequeños les encanta la pasarela de los tiburones, ver sus dientes de cerca y saber qué comen cada día.
Cueva de Sal
Se trata de un espacio terapéutico a la vez que lúdico que te permite sentir los beneficios de la sal en el organismo. Salsana, en la calle Puigcerdà de Barcelona, es un buen plan en familia también cuando llueve fuera. A los más pequeños les permite experimentar con la sal y pasar un buen rato realizando haloterapia, es decir respirar un ambiente saturado por mitropartículas de sal de origen mineral, totalmente natural.