Si pensamos en pollo a l’ast pensamos en cocina popular, en comida con familia y amigos, barata y riquísima. Todo eso es lo que hay en cada uno de los siguientes sitios que hemos recopilado.
Warike Project
El vocablo quechua huarique o warique se usa en Perú para nombrar aquellos locales pequeños, casi secretos y nada pretenciosos donde se come increíble con recetas que llevan años perfeccionándose a golpe de tradición. Agarrándose a este concepto nació Warike, un proyecto de comida callejera que con su food truck había participado en eventos tan sonados como el Primavera Sound, Tomorrowland, Sònar o Cruilla. Pero ahora que los festivales se complican se han lanzado a abrir su local en Poblenou. Pero lo que nos ocupa hoy es su increíble pollo al cilindro, un delicioso pollo asado que se cocina en un horno de forma cilíndrica y que concentra el sabor más brutal que hemos probado en un pollo asado. Todavía no conocemos su secreto, pero trataremos de averiguarlo.
Dónde: Carrer de Pujades 74
Gallo Bravo
También en Poblenou (de hecho en la misma calle que el anterior) y recién inaugurado está Gallo Bravo, un local regentado por una venezolana encantadora que combina a la perfección los sabores de la gastronomía caribeña (hay tequeños, cómo no) con opciones mediterráneos como sus alcachofas fritas. Pero el rey sigue siendo el pollo asado, que está delicioso, aunque también puedes pedirlo frito o incluso en sus croquetas cremosas aderezadas con sal ahumada.
Dónde: Carrer de Pujades, 213
Los Caracoles
Un clásico del Gótico que lleva dando guerra desde 1835 (aunque su asador de pollos se instaló en el 34). Una atmósfera elegante y castiza, con vigas de madera de las que cuelgan jamones brillantes. Todo un atractivo para el turista. Pero también tiene el local muchos motivos para dejarse caer por allí, por ejemplo sus pollos asado, que se cocinan en plena calle al fuego de leña. Su arroz con conejo y caracoles tampoco es poca cosa.
Dónde: Carrer dels Escudellers, 14
A Pluma
Eugeni de Diego, que formó parte fundamental del equipo de El Bulli junto con Ferrán Adrià, es el fundador de otros de los pollos más aclamados de la ciudad. Aquí lo único que hay de alta cocina es la experiencia y el conocimiento, ambos puestos al servicio de uno de los platos más populares de nuestra gastronomía. Pollos ecológicos que también se pueden pedir en porciones fritas y que se acompañan de una refrescante ensalada de tomate.
Dónde: Santaló, 39; Rec Comtal, 7; Gran de Gràcia, 7
Els Pollos de Llull
Locales diáfanos y mesas a cuadros. Otro de los grandes clásicos de la ciudad que cuenta con dos locales y clientela fiel. Antes de la pandemia, la postal era la de un local familiar, bullicioso. Aquí se elige hasta el peso y origen de los pollos, que varía entre los de 1 kg, el pollo de la era de 1,5 kg criado en Lleida o el pollo ecológico de 2,5 kg, originario de Folgueroles. Otra de sus señas de identidad es el pollo asado con manzana.
Dónde: Nápoles, 272; Ramón Turró, 13
Pollería Lisboa
En el barrio de Horta, alejada del glamour y las cuentas de Instagram del centro, está esta mítica pollería que genera colas cada fin de semana. Y así llevan cerca de 40 años. Algo deben estar haciendo bien.
Dónde: Lisboa, 1