Los restaurantes de Cataluña estarán obligados a disponer de recipientes «reutilizables, compostables o fácilmente reciclables» con el fin de que los clientes puedan llevarse a casa los alimentos que hayan pagado pero no hayan terminado de consumir, según informa El País. Y «sin coste adicional» sobre el precio final.
Así lo recoge una proposición de ley que se aprobará mañana en el Parlament y que busca combatir el malgasto de comida. La norma, pionera en Europa, tiene prevista su aprobación por unanimidad.
Alrededor de 80 millones de toneladas de alimentos se desperdician en los países miembros de la Unión Europea cada año, una cifra que en Cataluña ronda los 260.000 toneladas.
También los supermercados se verán obligados a incentivar la venta de productos con imperfecciones, así como productos de temporada y a granel, además de contar con secciones con productos a punto de caducar pero perfectamente aptos para el consumo.