Los vecinos de Les Corts están que trinan. Todo se debe a la futura edificación de un hotel en el solar de la residencia para jubilados religiosos que se encuentra entre la Plaça de la Concòrdia y la Plaça de Comas y que actualmente es un jardín. Hasta aquí puede parecernos normal, pero tampoco para tanto. A ver, que sí, que es un hotel, uno más, más turistas y más masificación en uno de los pocos barrios en los que aún quedan parques para jugar a la pelota. Pero tampoco parece a priori un motivo de mucha gresca si no hay nada turbio detrás.
Y aquí es donde se complica la cosa. Lo que pasa son dos cosas que se entienden mejor si se leen juntas: el proyecto del hotel parte del Arzobispado de Barcelona y este sería “una residencia de 115 habitaciones pata universitarios, doctorados y sacerdotes” según cuentan los impulsores del proyecto. La magnitud del edificio, el número de habitaciones y la futura gestión del hotel han levantado las sospechas de los vecinos. Esto último se debe a que el Arzobispado planea entregar la gestión del hotel al grupo de inversión Azora, una concesionaria especializada en la gestión de alquileres a todo tipo de personas mientras haya una ganancia detrás.
El tema tiene tan preocupados a los vecinos que han pedido al distrito una votación popular vinculante para decidir si se construye o no este posible hotel encubierto (como piensa que será la gente de Les Corts). Y de momento, los vecinos seguirán trinando, porque la solicitud no ha sido aceptada.
Fuente de la foto: Elisenda Pons / El Periodico