El Tibidabo tiene nueva forma de llegar, un nuevo funicular llamado Cuca de Llum, que es el transporte principal para subir a la cima. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, lo inauguró destacando que «es sostenible, más rápido, más capacitado y más seguro«, y su objetivo es «reducir el uso del vehículo privado y hacer que la movilidad sea más eficaz y eficiente«.
La nueva atracción del parque tiene capacidad para 252 pasajeros y solo tarda 3 minutos en llegar a su destino. Se trata de una instalación muy moderna con un diseño futurista inspirado en una luciérnaga que permitirá disfrutar de una visión panorámica durante todo el trayecto, además de disponer de vídeos interactivos y tabletas táctiles. Toda una experiencia.
Así pues, la iniciativa de la Cuca de Llum tiene como principal objetivo promover la movilidad sostenible fomentando el uso del transporte colectivo en detrimento del transporte privado. A la puesta en marcha del funicular acompañará una flota de autobuses que conectará varios puntos de la ciudad con el Tibidabo en el 120 aniversario del parque.