La gente quiere cambios en las formas de proceder. Y respuestas.
Ayer en Barcelona no se hablaba de otra cosa. Un agente de la Guardia Urbana disparaba a un perro después de que éste le mordiera el brazo. El disparo le causaba la muerte.
En este punto la historia es algo confusa porque los testimonios se entrecruzan. La Guardia Urbana defiende que el perro, potencialmente peligroso y sin atar ni llevar bozal, se le abalanzó al agente. Y a este no le quedó más remedio que defenderse. El relato no lo compran los testigos.
Sea como sea, la única certeza que hay (y lo sabemos por las durísimas imágenes que grabaron quienes presenciaron la escena) es que el perro recibió un balazo.
Eso, y que la viralización de la noticia es manifiesta y la convocatoria multitudinaria no se hizo esperar. Ayer mismo se concentraban en la plaza de Sant Jaume cerca de medio millar de personas, según PACMA, algo más de un centenar según el Ayuntamiento.
La proclama es Justicia para Sota, el perro en cuestión. Pero las reclamaciones van mucho más allá. PACMA ha dicho que “No puede ser que la solución a problemas con animales sea pegarle dos tiros. Esto no es el Salvaje Oeste, hay medios y métodos alternativos, y esto es lo que exigimos”
Aunque, insistimos, esta es solo una de las razones de la manifestación. La gente quiere cambios en las formas de proceder. Y respuestas.