A cualquiera a quien preguntes en Madrid los conocerá: son los cruasanes de Manolo Bakes. Su popularidad se extendió por la capital madrileña como la pólvora y ahora, por fin, llegan a Barcelona.
La apertura al público será oficialmente el día 15 de enero en el Centro Comercial Glòries, donde dispondrán de un local de alrededor de 100 metros cuadrados para desplegar sus encantos. Territorio vedado a la dieta, huelga decir.
Su obra maestra son sin duda estos cruasanes pequeños, que se comen casi de un bocado y cuya receta secreta –se supone– apareció por casualidad, sin buscarlo, al añadir a la masa por error más mantequilla de la prevista.
Hace unos meses volvieron a la palestra mediática cuando eldiario.es revelaba lo que ya imaginábamos: que los manolitos no son tan artesanales como se nos quiere hacer ver. Como si no lo hubiéramos visto venir nosotros mismos. Porque, como firmaba el redactor de Madrid Secreto, «los Manolitos son congelados y de fábrica, ¿y a quién le importa?».