Miles de personas se dieron cita esta sábado frente a la Casa Batlló para disfrutar del espectáculo ‘Casa Batlló: Living Architecture’, un mapping que se proyectó sobre su fachada en cinco pases de 12 minutos cada uno.
Una combinación de luces y sonidos futuristas firmada por el artista turco Refik Anadol, pionero en aplicar la inteligencia artificial a las artes visuales, que levantó cientos de móviles de locales y turistas que grababan cada proyección, culminada con aplausos.
Pero la obra no quedará tan solo en lo que pudo verse el sábado. ‘Casa Batlló: Living Architecture’ se subastará mañana en Nueva York, en la sala Christie’s, con un precio de salida inicial de entre uno y dos millones de dólares. Allí, la obra del artista turco afincado en Estados Unidos compartirá puja con otras de artistas de la talla de Andy Warhol, Vincent Van Gogh y Basquiat. Y el 10 por ciento de los recaudado se destinará a la Associació Aprenem Autisme y la Fundación Adana, dos instituciones barcelonesas encargados de apoyar a las familias con personas con neurodivergencia.
La Guàrdia Urbana cortó la calle a la altura de Consell de Cent y Valencia; después, cerró las bocas de metro que daban a este mismo tramo. Las previsiones de la organización, hechas en base a espectáculos similares hechos anteriormente, eran que allí se reunieran alrededor de 47.000 personas, cerca de la mitad de la capacidad total del Camp Nou.