La organiza la ONG No más colillas en el suelo y será el 7 de julio en la Barceloneta.
Con carmín en el borde, mentolada o en su forma neutra. Sobre la arena, en la acera o en el alcantarillado. Como sea da igual, donde sea no tanto: su sitio es la basura. El sitio de las colillas es la basura. Y esa idea la lidera en forma de campaña de concienciación la ONG No más colillas en el suelo.
Una ONG que dará pie a la consumación máxima de este principio el 7 de julio: un evento multitudinario en la Barceloneta (junto a la Estrella herida). La intención es que participen mil personas. Cada una con una botella de plástico de dos litros -en éstas caben alrededor de mil colillas- para así conseguir recoger un millón de filtros.
Se hace con la idea de llamar la atención de los medios de comunicación y también de denunciar el daño medio ambiental de las colillas en el Planeta Tierra. El primer objetivo lo han logrado: Metropoli Abierta se ha hecho eco de la medida y ahora lo comunicamos nosotros.
Con respecto al segundo objetivo, cabe decir que un solo filtro de cigarro contamina tres litros de agua de mar. Contiene una serie de sustancias tóxicas que al entrar en contacto con el agua salada tardan entre 5 y 20 años en diluirse.
Volviendo a la concienciación -rebautizada como Colillatón (híbrido entre colilla y maratón)-, es importante señalar que hasta la del 7 de julio se producirá, por así decirlo, una escalada de colillatones. El 26 de mayo en El gato de Botero a las diez de la mañana; a la misma hora el 2 de junio en la Plaça Catalunya; a la misma hora también el 9 de junio en la Plaça Espanya… el resto de fechas se pueden seguir en su página de Facebook.
La propuesta se encuadra en un contexto de división entre fumadores que arrojan las colillas en el mismo punto en el que se terminan su piti y el resto -quienes fuman y llevan cenicero portátil o quienes no fuman y lo aborrecen-. Parece claro, entonces, que el primer grupo (por el hecho de suponer una minoría) tiene las de perder.