Los madrileños tienen sus cervezas, sus patatas bravas y ese toque de pesudourbanita que aunque no queramos reconocerlo, tiene su encanto. Nosotros tenemos el pa amb tomaquet. Al igual que ellos critican el bar en el que no invitan a raciones, nosotros nos tiramos de los pelos si nos sirven el aperitivo en pan Bimbo tostado o con ese tomate triturado de bote que se encuentra en todos los supermercados.
Su elaboración parece sencilla pero no os dejéis engañar, no basta con restregar el tomate con saña sobre la miga del pan. Primero, hay que elegir que este reúna las propiedades adecuadas:blandito y de ramillete, a ser posible. Al contrario de lo que se suele hacer, el aceite es lo primero que se añade. No todos los bares tienen en cuenta el proceso así que, para evitar disgustos, hemos elaborado un breve listado de locales que ofrecen el mejor pan con tomate de Barcelona. Para decir “Déu n’hi do” ¿No os parece?
Jardi de l’Abadessa
Carrer de l’Abadessa Olzet, 26
Es para ir de picnic pero con glamour, porque estás rodeado de verde y florecitas mientras degustas un guacamole con dados de salmón marinado, tu ración favorita y un buen vino. Es algo caro pero tiene un jardín colorido, con esa clase de telares que últimamente cubren los troncos de los árboles y un paisaje en el que solo encajas si vistes con algo de marca.
La Bodegueta del Poble Sec
Carrer de Blai 47
Es un restaurante de los de toda la vida (llevan desde 1900), con una decoración rústica y barriles para reivindicar que, efectivamente, son una bodega. Es perfecto si quieres asomarte a la cocina típica catalana y por supuesto, catar el verdadero pan con tomate. Aprovecha que te encuentras en una zona de bares para trazar tu propia ruta de raciones e integrarte en las terrazas barcelonesas.
Bodega Can Ros
Roger de Flor 303
Una brizna de carácter castizo en plena capital española del moderneo. Si te gusta experimentar, prueba la tortilla de alcachofa pero si has venido a cebarte hasta reventar; si estás harto de frecuentar gastrobares en los que te atracan por una ración con nombre rimbombante, decántate por el bocadillo de albóndigas.
Bar Nou
Ronda de la Universitat, 13
Es, en sí, una oda a este icono de la gastronomía catalana, empezando por sus divertidos neones. No solo encuentras la versión más purista de la tapa, sino algunas versiones con pa negre, focaccias o bagels. Hay quien dice que es una aberración, otros sostienen que es el intento de sacar al “pan tumaca” más allá del Mediterráneo. Juzguen por sí mismos ¿Será el mejor pan con tomate de Barcelona?
Cal Pep
Plaça de les Olles, 8
A pesar de su aspecto tradicional, no comparten el procedimiento habitual de primer plato, segundo y postre, sino que reivindican el espíritu de las tapas invitando a los comensales a compartir lo que piden. Conviene advertir que no es el sitio adecuado si eres de los que miran hasta los céntimos del precio, ya que no es apto para todos los bolsillos.
Can Vallés
Carrer d’Aragó, 95,
Lo primero que se lee en su página web es que “un cocinero se convierte en artista” y en eso consiste este restaurante, en esbozar el retrato perfecto del sabor. Se atreven a fusionar platos típicos catalanes con mezclas innovadoras, para que tanto puristas como aventureros se atrevan a hincarles el diente.