Las croquetas, como las bravas, son la seña de identidad de un bar. Por ahí se les ve venir. Habrá quien diga que hacer unas croquetas o unas bravas es fácil, pero ¿cuántas malas te has comido? Exacto, muchas.
Probar las croquetas de un bar es tomarle el pulso a su cocina. No queremos sonar intensos pero la croqueta es la parte por el todo. Una croqueta te habla del resto del producto que se sirve allí, del amor de sus cocineros, de las ganas del equipo. Unas buenas croquetas son el preludio de una buena experiencia.
Rooster&Bubbles
En Rooster&Bubbles, un rincón del Borne donde han mezclado dos ganadores: el pollo a l’ast y el cava. Y lo hacen desde 1962. Aquí la croqueta, obviamente, es de pollo a l’ast, y es una joyita. Si lo acompañas de sus bravas con alioli suave, has ganado.
📍 Pla de Palau, 12, Ciutat Vella
💸8€ (4 unidades)
Pepa Tomate
Pepa Tomate se ha converido en un clásico en Barcelona, conocido por su cocina popular y tapas algo creativas a precios accesibles. En sus dos locales de Gràcia y Sant Antoni, la croqueta de jamón ibérico se lleva el protagonismo con su relleno meloso y sabor intenso.
📍Carrer de Blai, 28, 08004 Barcelona
💸2,75€
Bar Pimentel
En el Borne nació hace un año el Pimentel, un bar bueno, bonito, barato que es lo que se le pide a un bar de barrio y que es, tristemente, una excepción en el Borne. Un bar donde se cocina con ganas, como se hacía cuando se cocinaba para vecinxs y no para turistas y eso, en una cocina con chefs jóvenes, significa una carta donde casi todo nos suena a lo de siempre, pero nos apetece como si fuera nuevo.
Su «croqueta de la abuela» con sabores a jamón ibérico de bellota, pollo a l´ast o gamba son una obra maestra que respeta las tradiciones culinarias de verdad.
📍 Carrer dels Carders, 11, 08003 Barcelona
💸2,5€
Barra Alta
En Barra Alta, ubicado en Sant Gervasi, la croqueta de cocido y foie es otro level. Y Barra Alta, ya lo dice su nombre, también. Un restaurante muy serio del que se habla demasiado poco y que es una de las grandes muestras de cocina catalana que hay en la ciudad. Además de sus croquetas, el oyster bar y otros platillos son igualmente impresionantes y dignos de ser probados.
📍Carrer del Penedès, 25, 08012 Barcelona
💸2,9€
Pacomeralgo
Pacomeralgo se define como «Alta Taberna», y así es. Que no te engañe el nombre, este sitio es cosa seria y aquí vienen muchos cocineros a comer cuando se cansan de dar de comer. Barcelona. Sus croquetas de sepia, conocidas como Obamay las de pollo y jamón son como todo lo que sirven: la sencillez ejecutada con perfección.. La base de alioli que las acompaña realza la tapa y acomopaña al festival de producto que nos pegaremos.
📍 Carrer d’Aribau, 152, 08036 Barcelona
💸3,05€
El Suculent
El Suculent es el proyecto consolidado del chef Toni Romero: pura cocina catalana ligada a la tierra. Pocos sitios cocinan la caza y las carnes como aquí. Por eso, aquí puedes disfrutar de una croqueta pato asado que desafía las expectativas tradicionales en plena Rambla del Raval.
.📍Rambla del Raval, 43, 08001 Barcelona
💸3€
Casa Gaig
Casa Gaig es sinónimo de cocina tradicional catalana. Restaurante y LA casa de comida para llevar de la zona alta. En ambos encontrarás sus croquetas de pollo rustido, un concentrado de tradición.
📍 Carrer de la Nau Santa Maria, 5-7, 08017 Barcelona
💸3,40
Polleria Fontana
No hagas caso al nombre: Polleria Fontana ni es una pollería (aunque lo fue) ni está en Fontana , es ahora un restaurante que ofrece platos caseros con un toque catalán cerca de Joanic. Sus croquetas de pollo son generosas y suaves al paladar, rellenas con asado de pollo que te harán sentir como en casa.
📍 Carrer Gran de Gràcia, 81, 08012 Barcelona
Maitea
En Maitea encontrarás croquetas excepcionales con un rebozado firme que oculta un interior más vasco o madrileño que catalán, es decir, una croqueta con más bechamel que proteína. A nosotros nos encantan, así que os animamos a probar las variedades de jamón ibérico y rabo de buey y, por supuesto, de idiazábal o txistorra.
📍Carrer Casanova, 155, 08036 Barcelona
💸2,65
Coure
Coure es el lugar donde Albert Ventura muestra su maestría culinaria sin necesidad de estrellas Michelin. Una de las grandes (y primeras) gastrotabernas de la ciudad, con una cocina creativa y elegante.. Sus croquetas son grandes e imponentes con rellenos exquisitos que destacan por su calidad
📍 Passatge Marimon, 20, 08021 Barcelona
💸3
Bodega de’n Rafel
En esta bodega de Sant Antoni todo es lo que tiene que ser: lo humano, humano, el vino, bueno y la comida, casera. Que si pides una croqueta te pongan una croqueta no es algo que pase todos los días (y menos una tan espectacular), a no ser que tengas ya el codo hecho al mármol de las mejores mesas de la calle Manso».
📍Carrer de Manso, 52, L’Eixample, 08015 Barcelona
Ubicado frente a la Beckett, Casa Güell se ha convertido rápidamente en un punto de encuentro para los vecinos del barrio, que descubrieron en menos de una semana su croqueta de idiazábal y velo ibérico, que ya es de nuestras preferidas en la ciudad. El chef Jordi, con una amplia experiencia internacional, apuesta por sabores potentes y contundentes. Su predilección por añadir huevo o trufas a los platos para aumentar su untuosidad es una muestra de su estilo.
📍Carrer de Castella, 1, Sant Martí, 08018 Barcelona
Potstot, croquetas veganas
De entrante, «sabrosada», una parienta de la sobrasada hecha a base de boniato que se sirve con pan de tef, un cereal etíope delicioso que permite un pan in gluten muy creíble. Detrás, las croquetas de espinacas a la catalana, con sus piñones y un panko de guisantes, más ricas que bastantes de las que hemos probado últimamente cargadas de leche y pan.
📍Carrer de València, 204, L’Eixample, 08011 Barcelona
Candela
Candela dice que mezcla las gastronomías mediterránea y peruana, y aunque es más de lo segundo, hay guiños a lo primero, como una croqueta que no es de ají de gallina, como casi todas las croquetas hispano-peruanas que conocemos, si no de chupe de bacalao, una sopa peruana tradicional que aquí se hace con un pescado españolísimo como el bacalao y se croquetea.
📍Pl. de Sant Pere, 12, Ciutat Vella, 08003 Barcelona
💸3,50
La Medusa 73
Ubicado en el Mercado del Ninot, este puesto de cocina de mercado ha sido el más nombrado entre nuestros lectores por sus croquetas. Por eso ocupa el primer puesto de la lista. En La Medusa 73, especialistas en tratar producto del mar, las hacen de merluza, de sepia en su tinta, de gamba. etc.
📍Mercat del Ninot (C/ de Mallorca, 133)
Catacroquet
Otro de los más referenciados por nuestros lectores. Tienen dos locales. Uno en Poblenou, que definen como «hip-hop, croquetas, tapas canallas, sol, risas«, y otro en el Born, al que aplican los conceptos «lonja, croquetas, ostras, burbujas, jazz, amor». Dos ambientes muy diferentes donde nunca faltan las croquetas.
📍C/Almogàvers, 211 | C/Pescateria, 6
Senyor Vermut
Ya os hablamos de Senyor Vermut en nuestra ruta por las mejores bravas de Barcelona, ránking elaborador por @BravasBarcelona en el que por cierto regentaba el primer puesto. Pero también nos han recomendado sus croquetas y nosotros no tenemos más que admitir que son fenomenales. Quien ilustra la foto, por cierto, es su dueño. Un artista.
📍Carrer de Provença, 85, L’Eixample,
Bodegueta Sant Andreu
Otra de esas tabernas como mucho buen rollo. Un sitio de toda la vida que incorpora al tapeo tradicional lo bueno que esté por venir. Y alejado del centro, que Barcelona no es solo el Born.
📍 Rambla de Fabra i Puig, 30