El gin-tonic se ha convertido en la bebida más trendy del momento, de eso no cabe duda. Es el protagonista de los afterworks y de la noche. Si no te lo pides, no estás en la onda o peor, si no te gusta, es que tus papilas gustativas no están acostumbradas a la buena calidad.
Sí, uno se sienta más guapo y en conexión con el espíritu urbanita de Barcelona con un gin-tonic en la mano. Has de saber, joven padawan, que no todos los bares sirven este combinado como es debido. En primer lugar, si te lo dan en vaso de tubo (algo muy recurrente en las discotecas) es que no tienen ni idea, porque al ser un destilado aromático necesita expandirse, por lo que ha de servirse en copa de balón o vaso ancho. Tampoco todas las ginebras pueden mezclarse al tuntún con las tónicas y el hielo debe ser compacto.
Estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia entre servirlo bien y quedar como un hortera. En estos bares no tendrás ese problema, ya que encontrarás los mejores gin-tonics de Barcelona ¿Falta alguno)
Caporal
Carrer dels Escudellers, 5
Lo sabemos, su especialidad es el vermut pero un día nos dio por probar sus gin-tonics con una oferta que vimos en Fever (esta, por cierto) y llegamos a la conclusión de que cuando vas a un sitio hay que probar más cosas además de su especialidad. No os arrepentiréis.
Bobby gin
C/Francisco Giner, 47
Es una oda al combinado en toda regla; de hecho su lema, que puedes ver en la vestimenta del staff, es “God save the gin”. Reconocen que “el gin-tonic perfecto no existe” pero bueno, se le acerca. El segundo protagonista del establecimiento es la madera, presente en todo el mobiliario. De hecho, la barra está hecha con antiguas puertas y las puertas del baño proceden de antiguos armarios.
Elephanta
Torrent d’en Vidalet, 37
Sabemos que «sin cava, la vida sería un error» pero lo mismo se puede aplicar a este cóctel. El Torrent es lugar de referencia para jóvenes modernos, destacan por su amplia gama de ginebras y tés. El local y el personal son muy acogedores, tanto que si tienes dudas con la combinación a elegir, te aconsejarán con una sonrisa y si te da vergüenza preguntar, pide el gin del mes. Me pedí el gin-tonic de rosas y la verdad es que quedé bastante satisfecha. Antes de irme eché un vistazo al mercadillo de ropa vintage que tienen y ¿Sabéis qué? No me fui con las manos vacías.
Dry Martini
C/Aribau, 172
Probablemente presida el Olimpo de las mejores gintonerías de Barcelona y a muchísima honra. El establecimiento es un homenaje a los negocios clandestinos de la época de la ley seca. De hecho, no entra cualquiera, pues tienes que saberte la contraseña. Su barra de madera está entre las mejores del mundo y las paredes son una exposición en toda regla de la evolución del Martini.
Milano
Ronda de la Universitat, 35
Siguiendo el espíritu clandestino del anterior, es una coctelería underground con butacas mullidas en rojo y jazz o blues en vivo para dar las últimas pinceladas a la atmósfera tan animada que se respira. La carta es más extensa que el último libro de Harry Potter y eso puede hacer que uno se sienta perdido pero tranquilo, que ante la duda, Daikiri de fresa. No hace falta tener un Dlorean para volver a los 40.
Twist
Carrer de Rafael Batlle, 11
He leído por ahí que es “la joya de Sarriá” y debe ser cierto, pues tengo un par de amigos de ahí que aseguran que medio barrio se reúne ahí. La decoración no tiene bastantes pretensiones, de hecho es bastante austera pero mola, porque los cócteles están en su punto perfecto. La noche que me dejé caer había un espectáculo de magia y ofrecían cursos de cata de vinos, así que es algo más que beber-consumir-largarse.