“Ya nadie se acuerda del primer ferrocarril urbano de Barcelona”. Podría ser una buena forma de empezar el artículo, pero no estaríamos siendo del todo fieles a la realidad. Para que esa frase fuera cierta, sería necesario que la historia hubiera sido amable con la Mina Grott. Para que esa frase fuera cierta, sería necesario que la gente conociera la Mina Grott y sus utilidades históricas, pero no se puede recordar lo que no se conoce.
¿Y qué no se conoce? Pues que, durante la segunda mitad del siglo XIX, el entonces municipio de Sarriá necesitaba agua –vaya, como todo pueblo que se precie. Para ello, se hizo un túnel por debajo del tramo más alto de la Sierra de Collserola. El túnel tenía –tiene– una distancia de kilometro y medio de largo y una amplitud metro y medio de ancho. Dicho túnel, la Mina Grott, llevaba al pantano de Vallvidriera.
El tema es que aprovechando el boquete que se había hecho en mitad de la montaña y una vez solucionados los problemas de abastecimiento, el túnel fue resignificado. Por debajo de la montaña dejaría de pasar una tubería y empezaría a pasar un tren eléctrico. El tren –lento, corto, estrecho y con bombillitas de colores– empezó a funcionar en 1908 y dejó de funcionar en 1916.
Dejó de funcionar en 1916, dicen los testimonios de la época, por una cuestión de envidias. La infraestructura no se adaptaba a las normativas de los ferrocarriles y blablablá. La cuestión: el pantano iba a ser el Lake Walley, un lugar de ocio. Un lugar de ocio que suponía cierta competencia al entonces flamante Tibidabo.
Entonces la Mina Grott apenas serviría como túnel de viento y como almacén de municiones durante la Guerra Civil.
Hace tres años, coincidiendo con el centenario del fin del uso del ferrocarril, algún cándido de corazón lanzo un Change.org para convertirlo en un lugar transitable con la bici. Lógicamente no fue posible dados los problemas de accesibilidad, iluminación o drenaje, entre otros. Ahora, el túnel sigue en funcionamiento, sigue transportando agua. Pero, ironías de la vida, la lleva en dirección a Sant Cugat, la lleva en el sentido contrario al que se creó.