Seguramente alguna vez te habrás puesto a investigar sobre el tema. O habrás preguntado a alguien que sepa. O quizás no seas tan curioso y sea la primera vez que se te cruza esta pregunta por la cabeza. Al final, sea cual sea tu situación, el resultado será el mismo. No hay forma de saberlo.
Como muchas ciudades con tanta historia, los orígenes de Barcelona se remontan a un tiempo en el que hablar de registros sería como hablar hoy de Pokémon con tu abuela. O peor, porque por lo menos a tu abuela le sonarán de algo «los muñecos esos».
Si ni siquiera está claro quién ni cuándo fundó Barcelona, imaginad buscar con lupa por qué la ciudad tiene ese nombre. Nosotros lo hemos intentado, y a cada piedra que levantábamos encontrábamos más teorías, anécdotas y conspiraciones extraterrestres.
Como nos gustan las anécdotas y somos muy fans de los libros de «elige tu propia historia» (ya sabéis, esos que saltabas de página en página según la elección que tomaras o la suerte de los dados) hemos decidido recoger las distintas versiones y que vuestra imaginación se quede con la favorita.
La pelea por la fundación de la ciudad es un tema de familia. No está muy claro si fue Amílcar Barca o su hijo, Aníbal, quien asentó las primeras bases de la actual Barcelona. O incluso si fue alguno de los dos. Nunca se ha aclarado, pero ahí queda la teoría de que el nombre de Barcelona se originó a raíz del apellido de estos conquistadores cartagineses.
Lo que sí que se sabe a ciencia cierta es que si hubiéramos vivido en la época de Asterix lo hubiéramos hecho en Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino. Barcino a secas para los amigos. Con el paso del tiempo el nombre fue evolucionando progresivamente a Barcinone, Barcinona, y la actual Barcelona.
En la tercera teoría está metido nuestro querido héroe de la infancia Hércules. Según la leyenda, Hércules y los argonautas buscaban el Vellocino de Oro cuando una tormenta mandó a tomar viento (literalmente) a todos los barcos de la expedición. Cuando salió el sol nadie encontraba la novena embarcación (La Barca Nona). Finalmente Hércules halló sus restos en el actual Montjuïc. A los tripulantes les moló aquella zona y fundaron allí mismo la ciudad de Barcanona.