La ola de frío que azota Cataluña ha venido acompañada por un temporal marítimo con enormes olas en Barcelona que nos ha dejado un regalito pasado por agua de principios de año, convirtiendo a las playas de la ciudad en escenarios propios de los sueños de cualquier surfista.
Podría ser Hawái, pero las olas de más de ocho metros de altura las hemos podido ver en nuestras playas. Pero los sueños de los surfistas son las pesadillas de los servicios de emergencias. Frío, olas y un fuerte viento de más de 90 kilómetros por hora se convierten en la mezcla perfecta para dejar sin descanso a los bomberos, que han atendido durante el fin de semana cerca de 150 avisos a causa del temporal.
El temporal ha dejado sus récords repartidos por toda la comunidad, haciendo gala de su generosidad atmosférica y no dejando a nadie sin su parte del pastel. Las olas más altas se han visto en el cabo de Begur (Girona), alcanzando 8,95 metros de altura (eso son cuatro Pau Gasol, poca broma). Por su parte, los vientos de 97,2 kilómetros por hora registrados en el Observatori Fabra de Barcelona se llevan el primer premio.
Fuente de la fotografía: Jordi Cotrina (elperiodico.com)