Un parque en el que caminar entre vegetación durante 20 minutos sin entrar en contacto con ninguna otra persona. A priori nos encanta la idea de un lugar para desconectar de una forma diferente, especialmente diseñada para ello. Por otro lado, parece el lugar ideal en el que poder pasear sin dejar de cumplir la distancia de seguridad entre personas que nos exigen las medidas de sanitarias por la pandemia. Pero no hay que preocuparse, por el momento, es solo una idea.
Se trata del proyecto diseñado por Studio Precht, un estudio de arquitectura de Austria, que inspirándose en el confinamiento al que nos ha llevado la pandemia del coronavirus, ha diseñado el ‘Parc de la Distance’ donde sería viable respetar el distanciamiento social necesario para evitar que el virus se siga propagando.
El delineado de este parque toma como referencia una huella dactilar humana en el que líneas paralelas dirigen a los visitantes por él sin llegar a cruzarse. Cada pasillo de vegetación contaría con una puerta tanto a la entrada como a la salida, lo que indicaría si ese camino está ocupado o disponible para caminar por él.
La vegetación de los carriles variaría en altura a lo largo del recorrido para que el visitante pudiera tanto verse rodeado de naturaleza como poder mirar a través del parque, pero tendrían una separación de 2,4 metros y cada seto, una anchura de 90 cm, por lo que aún pudiendo cruzar la mirada con alguna otra persona, se estaría manteniendo la distancia de seguridad.
De emplazarse este parque en un núcleo urbano, después de la pandemia seguiría teniendo sentido como espacio en el que poder aislarse por un rato del bullicio de la gente, ofreciendo un momento de recogimiento, meditación y encuentro con la naturaleza.
El estudio de arquitectura que ha ideado esta suerte de parque en espiral lo ha propuesto para una parcela disponible en la ciudad de Viena, pero aún es sólo un proyecto y no se ha construido. Uno de sus diseñadores, Chris Precht, explica que si algo nos ha enseñado esta pandemia es que «necesitamos más lugares para escapar».
«Los centros de las ciudades no deberían definirse por sus edificios sino por las posibilidades que nos permitan escapar a la naturaleza. En lugar de bancos, tráfico y bloques de oficinas, los centros de las ciudades deberían rediseñarse en torno a parques, áreas silvestres y plantas. La falta de naturaleza es un problema de muchas áreas urbanas y espero que el ‘Parc de la Distance’ pueda ofrecer esta vía de escape en más regiones», destaca Precht.