Supondría el primer robo del Zoo de Barcelona desde que existe.
No solo son carteras o bicicletas: cualquier elemento (viviente o no) es susceptible de ser robado. Ese es el sentimiento que se genera tras el conocimiento de la noticia. Un pavo real “albino” que vivía en el Zoo de Barcelona ha sido presuntamente robado. O al menos esta es la única justificación encontrada a su desaparición.
Por cierto, las comillas en albino vienen dadas de que el ejemplar desaparecido (dejémoslo en desaparecido) sufre leucismo. Esto es falta de pigmento en las plumas; esto es una particularidad genética derivada de un gen recesivo. La principal diferencia con respecto a la condición albina es que el leucismo no afecta a los ojos.
El pavo, que estaba a puntito de desplegar su cola, está protagonizando el robo más sonado en Barcelona desde que el zoo es zoo. Y eso que no tendría que sorprender. O no necesariamente. A saber, los pavos reales van sueltos y tienen libertad de movimientos. Por poder, pueden saltarse la valla e ir al parque de la Ciutadella. Cuando son pequeños quedan a merced de depredadores como gatos o incluso ratas. Ahora también sabemos que los humanos entran en este grupo.
Huelga decir que es muy posible que la persona que haya causado su desaparición (pequeño eufemismo) lo haya hecho con conocimiento de causa: cuenta Carles Cols en el artículo relativo al tema en El Periódico que, si cruzas a dos especies como esta, el resultado lo puedes vender… por bastantes pavos.