Empieza el otoño y el sol ya se nos va, pero por lo menos por fin empezamos a tener una temperatura con la que se puede pasear por la calle y disfrutar del aire libre. De hecho, me atrevería a decir que la entrada del otoño es la mejor época del año para ello. Sin un frío helado, sin los rayos del sol quemándote la piel, con los niños molestos gritando como locos en casita y sin temor a que la alergia acabe con todo nuestro sistema inmunológico. Sí, el otoño es definitivamente el mejor momento para ir a los parques. Y ya que estás allí, un picnic no es mala idea. Estas son nuestras recomendaciones para que tu día de picnic en Barcelona te salga perfecto.
Lo primero, ¿dónde?
Es lo más importante. Casi más que cualquier cosa (no más que todo, pero a eso llegaremos más tarde, no vamos a hacer spoilers). Lo ideal sería hacerlo en los Bunkers del Carmel, eso sí que sería un picnic con vistas. Desde luego si tu picnic es una excusa para pedir matrimonio, la apuesta por el mirador de Barcelona es clara. Pero si eres de esos que prefieren el césped por encima de todas las cosas tus opciones son el Parc de la Ciutadella o el Parc del Turó. Dos clásicos que nunca fallan.
Lo segundo, ¿qué?
Aquí entran ya cuestiones muy personales, porque al fin y al cabo no hay mejor dicho para la gastronomía que el de «para gustos, colores». Pero hay algo que tienes que tener en cuenta. Como con los colores, combinar bien es importante. Si tu picnic es una tarde del parque con los colegas no vayas a prepararlo con vino de reserva del 57. Y si tu plan es romántico ten cuidado porque quizás un sandwich del Viena no es la mejor opción (o sí, quién sabe, lo que enamora al fin y al cabo es el detalle). También depende mucho de lo que te mole, pero ya que vamos a comer en la naturaleza, nosotros te recomendamos hacerlo sano (y además, que irte de picnic con una hamburguesa como que no pega mucho). Cualquiera de estas tiendas de productos ecológicos te pueden servir.
Lo tercero, ¿cuándo?
Si es un picnic en plan colegueo, lo suyo es ir tirando después de comer y echar allí toda la tarde con una buena merendola, refrescos y algo para pasar el rato. A ser posible, un finde y con calma. Si el rollo es más íntimo, la cosa está clara: el atardecer es tu momento. A lo mejor aquí te conviene saltarte un poquito el guión y probar en alguno de estos sitios donde ver cómo va llegando la noche es poco menos que mágico.
Lo cuarto, ¿solo comida?
Un picnic no solo es comer y beber hasta que el cuerpo aguante, hay que buscar algo que hacer para dejar reposar la comida. Nosotros votamos por las cartas, la buena música y la pelota para aquellos que bajen la comida corriendo como locos. Sí, no somos unos linces, pero luego los despistados se centran solo en la comida, se olvidan de todo lo demás y pasa lo que pasa. Que después de la comida surge el típico «¿y ahora qué?».
Lo último y lo más importante, ¿con quién?
Lo más importante, sin duda, como todo en la vida, es la compañía. Aquí poco tenemos que decirte. Tú decides. Solo te aconsejamos algo esencial: evita a toda costa a los cuñados. Solo ellos pueden estropear una buena tarde en el parque.