La playa de Cadaqués (Girona) es una de las más originales de la costa mediterránea, pero corre serio peligro por una costumbre poco recomendable para el entorno natural. Desde hace años, los bañistas se llevan guijarros de la playa de recuerdo, lo que ha provocado un problema de escasez, especialmente en las playas de Gan, Es Poal, Portdoguer y Sa Confitera.
Por eso, Kirsten Grau, la presidenta de ‘Amigos de la naturaleza de Cadaqués’ ha pedido en Telecinco que los que visiten las playas sean cívicos y no se lleven piedras. La petición ha surtido un efecto inmediato y más de 100 kilos de guijarros se han recuperado, pero el problema es mucho más grande. Se calcula que en los últimos años Cadaqués ha perdido hasta un 40% de todas sus piedras.
Lo que muchos no saben es que, además de dañar el medio natural, la retirada de piedras de la playa está penada con multas de hasta 350 euros. «Es un hecho diferencial de Cadaqués y hay que conservarlo», concluye Pia Seriñana, alcaldesa del municipio gerundés.