El lago no estará apto para el baño hasta el verano de 2020.
La única agua que habrá este verano en el Parque de la Creueta del Coll será la de las fuentes y la que tenga a bien llegar desde las nubes. Por segundo año consecutivo, el lago artificial de este parque público del distrito de Gràcia estará vacío. Una noticia que llega casi a la vez que la del cierre definitivo de la playa de l’Eixample.
Ya el año pasado no se pudo llenar correctamente porque se detectaron múltiples fugas y filtraciones. Y de aquellos barros vienen estos lodos: no se han podido terminar las obras. De hecho, ahora se asignado el presupuesto (599.920€) y lo que resta es la ejecución.
Las obras tendrán dos fases: derribo y construcción. Y se llevarán a cabo mientras el parque sigue abierto porque se pretende, se espera y se quiere que las obras no sean óbice para impedir ninguna asistencia. De hecho, el Ayuntamiento está preparando ciertas actividades lúdicas para julio y agosto.
Está previsto que la ejecución de las obras se alargue durante cinco meses. Y, a tenor de que no vivimos en el hemisferio sur, el lago no estará apto para el baño hasta el verano de 2020.