Por mucho que las puestas de sol de La Barceloneta sean mágicas, no es un buen lugar para relajarse y desconectar de la velocidad a la que se mueve la ciudad.
A pesar de que La Barceloneta tenga un encanto único, hay días en los que es más cómodo y refrescante estar en el sofá de tu casa con el aire acondicionado a obscenas que luchando por conseguir colocar tu toalla entre la familia con niños gritones y el grupo de quinceañeras haciéndose selfies a lo posado de Ana Obregón. Así que si lo que buscas es dorarte al sol mientras te creas tu propio ambiente chill out, sigue leyendo…
1. Sitges
A sólo media hora de Barcelona en cercanías, ofrece sus playas, pequeñas y acogedoras y con temperaturas perfectas. Aunque hay que aclarar que suelen estar muy frecuentadas y es mejor ir entre semana. Además, el pueblo es precioso, mediterráneo 100%, ideal para pasear con tu pareja o encontrar un amor internacional, porque siempre está lleno de extranjeros. Tanto para quien lo haya visitado ya, como para los que no lo hayan hecho, no hace falta decir que Sitges es sinónimo de glamour, por lo que no vale ir en chancletas…
2. Cala de l’Home Mort.
Dentro del término de Sitges, aunque el acceso a ella es complicado, merece la pena. Es pequeña y está rodeada de acantilados, lo que la hace bastante íntima y tranquila. Para que no os llevéis sorpresas, os avisamos de que es una zona gayfriendly y naturista.
3. Cadaqués
Es uno de los pueblos más turísticos del litoral catalán, no sólo por el encanto de sus casas blancas, también porque este lugar tan pintoresco fue la segunda residencia de Dalí. Este pueblo pesquero está muy cerca del parque natural del Cabo de Creus, por lo que entre la aldea y el parque, hay calas y playas en las que no vais a encontrar ningún chiringuito con ofertas en mojitos. Son playas prácticamente vírgenes, con aguas limpias y claras. Ideal para los más bohemios.
4. Playa de Castell
A una hora de Barcelona (Palamós, Girona) puedes encontrar todo un remanso de paz en la (Palamós, Girona). Sus vecinos lucharon durante los 90 para conseguir que se mantuviese como un espacio natural, sin construcciones o aglomeraciones, por lo que es un espacio virgen con un paisaje maravilloso. La playa está rodeada de bosques y en ella desemboca un pequeño río, por lo que las vistas son inmejorables. Además es una playa poco profunda y limpia.
5. Les casetes de Garraf
Está situada en un pequeño barrio marinero que está construido prácticamente a pie de playa. Justo encima de estas casas está la vía del tren, por lo que el paisaje es prácticamente de postal. Aunque es pequeña, está equipada con todos los servicios necesarios para disfrutar de un día playero completo.
6. Begur
A 1h30min de Barcelona) Uno de los mejores lugares donde se puede disfrutar del placer de unir mar y montaña es eSus calas están rodeadas por acantilados y bosques repletos de árboles, como la de Sa Riera o Aiguafreda. Se accede a ellas a pié, a través de los caminos que atraviesan los acantilados. Es el lugar perfecto para relajarse y desconectar de la ciudad. Agua cristalina y limpia, poca profundidad y poca gente ¿qué más se puede pedir?
7. Platja IlIa Roja
No hace falta coger un vuelo de 12 horas para poder bañarse en una playa paradisíaca porque la (que también pertenece a Begur) ya lo es. Está dividida por un acantilado, tan solo tiene 150 metros de extensión y disfruta de pocas horas de sol al día (por la altitud de los acantilados y la vegetación que la rodea), pero sus aguas casi transparentes y el paisaje la convierten en el destino favorito de muchos extranjeros por su prestigio (es una de las playas nudistas más prestigiosas a nivel internacional).