Si, por ejemplo, los Medici hubieran tenido acceso a esta herramienta, es muy posible que las obras de Boticcelli no hubieran salido de su cabeza. O no. Poco importa teorizar sobre el pasado, cuando el futuro está en apps como Portraitait: una herramienta que convierte tu cara en el personaje de un cuadro.
Igual que si tu cara (o la de quien quieras) hubiera pasado previamente por las manos de Rembrandt o Modigliani. Eso es lo que consigue esta app. Con dos grandes ventajas. Uno, que lo hace al momento y dos, que no te cuesta ni un céntimo.
Lo malo es que el proyecto todavía está en fase beta y los propios desarrolladores te avisan antes de usarla: ten pocas expectativas. Todavía tienen muchas cosas que mejorar y a veces el servidor no funciona, pero cuando funciona se hace la magia.
Dentro de la web, por cierto, incluyen sugerencias para optimizar la experiencia. Aconsejan, por ejemplo, que no salgas con gafas (especialmente de sol) y que tampoco ocultes tu rostro. También señalan que la herramienta funciona mejor con emociones neutrales.