El Barcelona Supercomputing Center acogerá el primer ordenador cuántico del sur de Europa. Un proyecto que supone una apuesta estratégica a la que el Gobierno destinará 22 millones de euros y en la que participarán 25 universidades y 14 comunidades autónomas. Con este ordenador basado en la tecnología de circuitos superconductores, Europa pretende recortar terreno a Estados Unidos y China, muy adelantados en la carrera cuántica.
La llegada de la computación cuántica supone un gran avance para España, que podrá explotarla en otros campos como la ciberseguridad, la criptografía, la inteligencia artificial, las finanzas, la logística o la química cuántica. Una tecnología que no sustituirá al superordenador Marenostrum, empleado desde hace años, sino que servirá para complementarlo.
Así pues, el ordenador cuántico se encontrará en la nueva sede del BSC recientemente inaugurada en el Campus Nord de la Universitat Politècnica (UPC). Según las previsiones, el prototipo de dos o tres qubits (que son bits cuánticos) entraría en funcionamiento a principios de 2023 e iría aumentado el número de qubits hasta lograr que realice diferentes tareas, lo que se conoce como ‘propósito universal’.