Si afinamos el tiro y nos ponemos quisquillosos, diremos que el titular es impreciso. Diremos que el primer recorrido que trazó un ferrocarril español fue el que unió la Habana y Güines, en Cuba.
Ahora bien, si hablamos del primer viaje de ferrocarril en España, no hay ningún tipo de discusión. El 28 de octubre de 1858 -hace 172 años y un día- se efectuó el primer viaje en ferrocarril. Dicho viaje unió Barcelona y Mataró.
Si confiamos en aquello de que el mundo se explica mejor con números, diremos que era un tramo de 28,4 kilómetros sin paradas; que lo recorría en 35 minutos; que iba a una velocidad media de 47 kilómetros por hora; y que en su primer año lo disfrutaron 675 mil viajeros.
Si lo medimos en función de los esfuerzos, habría que decir que se levantó un puente sobre el rio Besós y que se construyó el túnel, de 135 metros, de Montgat. Hace 170 años.
Apenas 17 años más tarde, el ferrocarril era el medio de transporte más popular en Cataluña y ya había 780 km de línea en toda la comunidad. Las cuatro capitales comunales se unieron y se conectaron con Valencia y con Zaragoza.
Un viaje que sirve como mojón en el tiempo y como recuerdo de que, ahora que estamos con el Hyperloop, se sepa que de Barcelona salió el primer tren español -o de España, mejor dicho-.