Cada vez que me enfrento a una primera cita en Barcelona me viene el mismo estribillo: qué seráaaaaa, seráaaa…[wp-svg-icons icon=»music» wrap=»i»] y es que el amor es como una caja de bombones: nunca sabes cuál te va a tocar. Debe ser que me compré la marca equivocada porque hasta la fecha, todos los bombones que me han tocado son de licor.
Sí, tengo tan mala suerte con los hombres que daría para una comedia romántica estadounidense. Estos serían los primeros cinco capítulos.
Cap 1: de cuando «hicimos un pica-pica»
Le conocí en un concierto de The Kooks y me pareció súper interesante: gafas de pasta, tupé, jersey holgado…Parecía saber todo sobre todo. Decidí tomar el aperitivo e invitarle a un vermouth como le gustaba decir. Sí, este chico era muy culto y monótono…Demasiado. Era como intentar ligarse a una audioguía de museo o al que comenta los documentales de La 2.
Cap 2: «fiesta fiesta, la que te va a dar esta»
No salgas de juerga en tu primera cita en Barcelona, ni se te ocurra, olvídate de tratar de convencerlo de que tienes mucha marcha. Él era amigo de una amiga y tras día de tonteo vía whatsapp, decidimos quedar en la Opium. Pasó lo que tenía…el efecto discoteca: todo lo que pase bajo la bola de luces se queda en un lío de una noche. Menos mal que la resaca de los cubatas y el enamoramiento se pasó rápido (bendito Ibuprofeno).
Cap 3: Oooops, cómo huele
Quedamos en la Ciutadella, el parque que más me gusta de Barcelona. Tenía muchos puntos a su favor: atractivo, culto, defensor de la protección del medio ambiente… Cuando le vi noté cierto tufillo pero no le di importancia, creía que sería de alguna boñiga cercana. Al rato me di cuenta de que el hedor procedía de su sobaquera. Es más, tenía las uñas mal cortadas y con roña: el pack completo de la suciedad. Le dije que se duchara la próxima vez que nos viésemos y no volví a saber de él.
Cap 4: Ahora me ves…
Tras hacer el post de los restaurantes clandestinos de Barcelona se me ocurrió la idea de sorprender a mi pretendiente comiendo en uno de ellos. La jugada me salió redonda, le encantó el plan, nos reímos mucho y nos liamos. Le escribí varias veces para volver a quedar y no me contestó, aunque apareciera el dichoso tic azul. Tras días de silencio decidí llamarle y me saltó una voz de operadora diciendo que el número al que llamaba no existía.
Encontrarle en Facebook fue una odisea pero lo conseguí. Resulta que tiene novia, a la que al parecer quiere mucho. En serio, hay personajes que deberían tener la etiqueta con la calavera de peligro en la frente.
Cap 5: tres son multitud
Parece una obviedad pero hay personas que no la captan, os lo prometo. Me había propuesto ir a una exhibición de capoeira y la verdad es que el plan me parecía cuanto menos, original (al menos para una primera cita en Barcelona). Cuando nos vimos no me lo podía creer, apareció con escolta. No solo eso, el chaval era poco hablador y terminé conversando más con el amigo «sujetavelas» que con él. No tuvimos ningún momento de intimidad, ni siquiera después del evento. Prefirió que nos fuéramos los tres en amor y compañía a un bar antes que quedarse a solas conmigo. Solo le faltó proponer un trío. Por supuesto, no volví a saber de él ¿Se fugaría con su amigo?