Galicia prohibió ayer jueves fumar en la calle o en espacios públicos como las terrazas si no se puede garantizar la distancia de seguridad. Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha y Castilla y León o Madrid llevan semanas estudiándolo con sus comités científicos.
Según ha comunicado el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, «varios miembros del comité clínico coincidían en que fumar sin ninguna limitación, ya sea en una terraza, con personas próximas, o en zonas de gran afluencia de ciudadanos, sin ninguna distancia física de seguridad, es un riesgo alto de contaminación, de infección”.
De este modo, Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública de la Generalitat, y Adrià Comella, director del Instituto Catalán de la Salud, se han pronunciado al respecto. Y han señalado que es una medida que se está estudiando, que es buena idea y que podría ser un buen impulso para dejar de fumar.
Por su parte, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía empiezan a estudiar implantar medidas similares. De hecho, Andalucía estudiará este jueves implantar esta medida en una reunión con sus expertos. La medida va en sintonía con el documento que elaboró en julio la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, donde advertía de que fumar y vapear aumentan el riesgo de contagio del coronavirus. Al exhalar el humo, el fumador lanza gotículas a los acompañantes y manipula la mascarilla con más asiduidad.
El jefe de Servicio de Neumología del hospital de Vigo, Alberto Fernández Villar, contaba a El País, que «los fumadores con covid-19 tienen una mayor carga vírica y son potencialmente mayores transmisores”. Al exhalar expulsan más cantidad de gotículas en las que viaja el virus. El especialista también ha indicado que no se trata de una prohibición, sino de una responsabilidad por parte de los fumadores y “que sean capaces de asegurar que mantienen la distancia mínima de seguridad cuando fuman en público”.