
Después del desalojo ilegal y sin notificación previa que el Ayuntamiento de Barcelona realizó hace un par de días del espacio okupado de l’Antiga Massana, el Consistorio se ha apresurado a presentar su proyecto para remodelar el espacio ahora que lo ha vaciado.
El proyecto lo ha presentado Albert Batlle, regidor de Ciutat Vella y conseller de seguretat, por tanto, responsable directo del desalojo irregular del espacio. Batller ha hablado del nuevo aspecto del lugar, que se convertirá, entre otras, en un paso que conectará la Plaça de la Gardunya con los Jardins de Rubió i Lluch y en la biblioteca de distrito de Ciutat Vella.
Las obras, que cuentan en total con un presupuesto de 75 millones, se empezarán este mismo verano y verán sus primeros progresos a principios del 2026. Te explicamos todos los detalles aquí.
La Massana: un paso para peatones
«La Plaça de la Gardunya no puede ser la puerta de atrás del mercado». Con estas declaraciones Albert Batlle resumía la intención de reformar el espacio de l’Antiga Massana y la plaza donde se encuentra, la de la Gardunya, que no consigue dejar de ser eso, un patio trasero poco agradecido del Mercat de la Boqueria.
Para revertir esta tendencia el primer paso que quiere tomar el Ayuntamiento en el espacio de l’Antiga Massana es convertir un tramo del edificio en un paso que conecte la Plaça de la Gardunya con los Jardines Rubió i Lluch. Para hacerlo, habrá que derribar la planta baja de un tramo del edificio, lo cual permitirá construir la tercera entrada a los jardines, tras las que hay por la calle Hospital y la calle Sant Pau.
La intención es «permeabilizar» la zona, conectando visualmente los jardines y el mercado y ayudando al flujo de gente entre ambos espacios.
Además, se reformarán las fachadas y el claustro del edificio del antiguo Hospital de la Santa Creu (uno de los edificios góticos medievales más importantes de Catalunya) para sanearlo y se reformarán los Jardines del Doctor Fleming para mejorar su aspecto y uso.
De escuela de arte a biblioteca del distrito
Por otro lado, el resto del edificio se convertirá en la biblioteca del distrito de Ciutat Vella y en la ampliación de la Biblioteca de Catalunya, que ya se encuentra en otro ala del antiguo hospital.
Para hacerlo, la actual Biblioteca de Catalunya se «desplazará» hacia la esquina de las calles Hospital y Egipcíaques, y el tramo del edificio que da a la Plaça de la Gardunya se convertirá en la biblioteca del distrito de Ciutat Vella, que mirará hacia el Mercat de la Boqueria.
Finalmente, el edificio de la antigua guardería (buena parte del cual estaba ocupado por los colectivos de l’Antiga Massana antes del desalojo), se convertirá en una ampliación de la nueva Massana.
El gobierno también ha afirmado la voluntad de reubicar a las entidades que trabajaban en el espacio de l’Antiga Massana, pero no ha explicado cómo pretende hacerlo.