En el Parque de La Pegaso hay un nuevo atractivo para los más pequeños.
Como una interpretación extrema de la tecnocracia, así se puede entender la nueva zona de juegos del Parque de La Pegaso, en el distrito de Sant Andreu. Y es que el diseño de la estructura ha nacido de un proceso creativo en el que han participado alrededor de 200 niños de entre quinto y sexto de primaria. Con todo el criterio del mundo, el Ayuntamiento de Barcelona ha entendido que los parques de niños son para niños y los niños mejor que nadie saben qué es lo que quieren.
vEl pulpo gigante –por bautizarlo de alguna manera–, disponible desde el 9 de agosto, está formado por toboganes, por escaleras, por zonas para trepar y por espejos. Además, en cada ojo, hay una especie de telescopio.
La estructura, que bien podría ser obra de Frank Gehry, integra el Plan del Juego en el Espacio Público, una iniciativa consistorial que quiere devolverle la calle a los niños. Para ello, los próximos movimientos planeados son otros espacios de juego –también singulares– en Jardins de la Indùstria, el parc Central de Nou Barris y en la Avenida Meridiana.