El pozo de los sacrificios de Barcelona, su historia es tan cruel como dudosa su credibilidad.
Todo esto que os vamos a contar es mera leyenda. Quedáis avisados, aunque ya se sabe que todo lo que lleva acompañado el término de leyenda tiene siempre una pizca de verdad. Así que dejaremos que seáis vosotros los que decidáis hasta donde creer.
Según las habladurías antiguas, donde hoy se encuentra la iglesia Sants Màrtirs Just i Pastor antiguamente había un templo dedicado a Mitra, dios del sol persa.
Esta es la representación más conocida de Mitra, un joven sacrificando a un toro. Pero en el templo que, según parece, había en la antigua Barcino no eran toros los que morían, sino cristianos. Allí, una vez acababan con sus vidas, supuestamente tiraban sus cuerpos por un pozo que se encontraba en la Plaça de Sant Just. Cosas de la época.
La leyenda se acrecentó hace poco, cuando con el descubrimiento de algunos conductos subterráneos el rumor empezaba a tomar forma. Se decía incluso que por estos túneles los familiares de los sacrificados recuperaban los cuerpos de sus seres queridos y se sospecha que pudieron llegar a usarse como catacumbas.
Mucho se perdió en una época donde la documentación brillaba por su ausencia, y no hay registro alguno de esto. Lo que sí tenemos claro es que cuando volvamos a pasar por allí se nos pondrá la piel de gallina.
Foto de portada: La Vanguardia