El pasado sábado dos sujetos escalaron hasta la cima de la emblemática torre Agbar, sirviéndose de la fachada y sin más ayuda que su propio cuerpo. Una vez coronados 30 pisos y más de 140 metros de altura que mide el edificio no tuvieron tiempo para mucho más. Los bomberos y varios coches de policía no tardaron en llegar.
Los bomberos subieron hasta el último piso e hicieron bajar, sin resistencia, a los dos escaladores que sería posteriormente detenidos por los Mossos d’Esquadra.
La identidad de los dos escaladores era desconocida. Ya no. Luis Benavides, periodista de El Periódico, ha puesto nombre y cara a estos aventureros. Se llaman Leo Urban y Nico Mathieux, dos franceses amantes de la adrenalina.
Ambos fueron finalistas de la edición francesa del programa Ninja Warrior. Mathieux además tiene un canal de Youtube con más de 108 mil suscriptores donde sube el testimonio audiovisual de sus hazañas. Algunas como esta, que a un servidor le ponen los pelos de punta.
Los escaladores declararon al citado periódico que llevaban «unos cinco años dándole vueltas a la idea de subir esta torre de Barcelona y otros edificios icónicos que preferimos no desvelar todavía […] Todo empezó después de subir juntos hasta lo más alto de la Torre Eiffel en el 2015. Buscábamos otro reto fuera de Francia. Un reto que fuera realmente emblemático», explicaron.