El Raval es un barrio con un magnetismo difícil de describir, de eso no hay duda. Lo que no sabíamos es que antes de que fuera habitado, era una zona pantanosa. Así lo atestiguan los últimos descubrimientos realizados por el proyecto PaleoBarcino, según los cuales, el antiguo estanque del Cagalell era una laguna que habría existido entre el 6.500 a.C. y el 2.000 a.C. .
«En la época romana el Cagalell ya habría desaparecido porque tenemos restos romanos encima», explica Carme Miró, la arqueóloga responsable del plan, en declaraciones recogidas por La Vanguardia. El estudio, aún en proceso, trabaja con la hipótesis de que había dos lagunas que sumaban una superficie de 20 hectáreas de agua en su mejor momento.
Las condiciones del agua, dulce y limpia, habrían atraído a las poblaciones prehistóricas a la zona, en la que se asentarían para desempeñar actividades tales como la pesca, la limpieza o incluso la decoración. De hecho, se han encontrado conchas que se utilizaban como accesorios en la vestimenta de aquel momento, y es que las modas pasan rápido, pero el estilo es para siempre.