Biodiversidad, interés arquitectónico y carácter histórico, son algunos de los aspectos que dotan de tan fuerte personalidad a este espacio verde, uno de los lugares, sin duda, más emblemáticos de la ciudad, que de ser la pedrera del Coll pasó, en 1987, a transformarse en parque público. En una de las colinas de la parte más alta de Barcelona, este moderno y singular espacio de encuentro cuenta con una plaza de 60.000 metros cuadrados, un picnic con mirador a unas espectaculares vistas de la ciudad y junto al estanque, que en verano es piscina, el ‘Elogio al agua’ de Chillida.
La Creueta del Coll no es una piscina al uso. El lago tiene 60 cm de fondo para refrescarse, pero 1700 metros cuadrados de amplitud, ofreciendo un núcleo perfecto para los encuentros veraniegos de los vecinos del barrio, un aforo para más de 800 bañistas. Hasta el 31 de julio, las instalaciones, que dependen del Ayuntamiento de Barcelona, estarán operativas entre las 10.00 y las 20.00 horas, y entre el 1 de agosto y el 4 de septiembre, de 10.00 a 19.00 horas. Los precios oscilan entre la gratuidad (niños menores de un año y mayores de 65 años) y los 2,49 euros de la entrada general. El precio de acceso será de 2.49€, aunque se contará también con varias opciones o acceso gratuito para ciertos colectivos. Se pueden consultar los detalles del servicio en la web del Ayuntamiento.
Es cierto que el estanque no gozado de una suerte continuada en los últimos años. El año pasado ya tuvo que cerrar en medio de la temporada por un defecto en el mosaico del fondo que causó cortes y heridas a los bañistas. Y esto después de que en 2018, y también en 2014, ocurriera algo similar. Sin embargo, esta vez parece volver con garantías de ofrecer un lugar seguro para el baño y reestablecerse como el espacio imprescindible y sorprendente que solía ser.