Rosalía y el talento de uno de los mejores grafiteros de la ciudad proyectando su imagen sobre un mural en el barrio de Sants.
“Rosalía ya es icono popart”, decía Javier Pérez López en Twitter. Y lo hacía referenciando a un mural que lleva pintado cerca de un año (“el mural lo realicé en mayo del año pasado”, ha dicho Uri Martínez, el autor, a Barcelona Secreta).
En este punto, en el de ver a Rosalía a tamaño mural en una pared de su ciudad natal, solo cabe una pregunta: qué le queda a Rosalía, qué más puede conseguir. Ha protagonizado la producción del disco de 2018; lo ha petado en los Goya; ha salido o va a salir en una película de Almodóvar.
Incluso, en intangibles, su éxito lo mide muy bien Carlos García de la Vega en este artículo de Contexto: “En esta época en el que el reguetón, a pesar de muchos, es el sonido de nuestra época, ha conseguido hacer bailar al publico mayoritario con ritmos provenientes del flamenco”.
Hay un sinfín más (Beyoncé escuchando a Rosalía) de gestos representativos que dan cuenta de la dimensión de la barcelonesa y que la consagran como artista internacional.
Y en esta idea radica una de las claves o las razones por las que Uri Martínez (@uriginalbcn) la eligió protagonista de este mural: “Hace unos años era el centenario de Salvador Espriu y se le estaban haciendo un montón de homenajes y dije, ¿sabes qué? Voy a pintar a Carmen Amaya… que es como una reivindicación de personajes no tan explícitamente catalanes (aunque sean igual de catalanes que Jordi Pujol). Pero me hacía gracia que fuesen personajes de proyección internacional”.
Así que eso mismo: Rosalía, tonadillera; Rosalía, profeta en su tierra; Rosalía y el talento de uno de los mejores grafiteros de la ciudad proyectando su imagen sobre un mural en el barrio de Sants. Concretamente en Creu Coberta, 32; entre plaza España y calle Bejar.
Rosalia ya es icono popart, @rosaliavt en carrer Creu Coberta en Barcelona pic.twitter.com/qmT1kmqNjH
— jaime perez lopez (@happygaybcn) 16 de febrero de 2019