Las patatas bravas son religión en la ciudad condal, así que para no errar el tiro decidimos dejarnos asesorar por un auténtico adicto a este plato. Él es Edu, responsable de la cuenta de Instagram @bravasbarcelona, y con él hemos probado las que, en su opinión, son las mejores patatas de bravas de la ciudad. Tomen nota.
Restaurant Informal
La versión más sofisticada de las bravas que probarás y no es para menos. El chef responsable de su cocina es Marc Gascons, que ya se ganó una estrella Michelin en Els Tinars, en Llagostera. Alta cocina puesta al servicio de unos de los platos más populares de nuestra gastronomía. Aquí las patatas se cortan en láminas que se superponen formando una suerte de bastones; luego se cocinan y se fríen, generando una textura muy suave en su interior pero sin perder el crujiente por fuera. Escucha como suena cada bocado.
Passeig de Colom, 9
Sant Antoni Gloriós
Sin duda uno de nuestros favoritos de Sant Antoni. Allí, Francesc Manduley, chef del lugar, nos explica que no le gusta darse aires grandilocuentes pero solo hace falta escucharle un rato para saber que es un grande en lo suyo. Él luego lo resumirá así: «aquí donde me veis, finalista cocinero del año, New York Times, etc.«. Las bravas de Sant Antoni Gloriós, al igual que su chef, tienen un magnetismo brutal, un algo que no acabas de entender qué es pero que te deja claro que estás ante (unas de) las mejores bravas que hayas probado. Si tuviera que quedarme con solo unas bravas de la ruta, serían estas.
Carrer de Manso, 42
Bar Omar
Las bravas del Bar Omar también tienen bien merecido su puesto en esta lista. La peculiaridad de su salsa las hace únicas, tanto que tienes la sensación de estar comiéndote unas bravas con sabor a paella. Omar Díaz, chef responsable de la obra, ha conseguido que su alioli de azafrán y su salsa picante (a la que añade periquitos, unas gambas pequeñas) generen la ilusión de estar saboreando un plato de paella en forma de bravas. Una locura.
Carrer d’Amigó, 34
Senyor Vermut
Edu advierte que estas bravas son más picantonas que el resto y que ha colocado a Senyor Vermut en el número uno de su ranking por el pack completo que este bar de l’Eixample representa, donde destaca un amplia variedad de vermuts. Allí nos recibe Jordi Miralles, responsable del local. Yo, francamente, sigo alucinando con que este señor viva sin teléfono móvil. Pero volviendo a sus bravas, estas cuentan con la particularidad de servirse con tiras de pimiento frito por encima, cortadas muy finitas, y bolas de pimienta negra. Y ojito que la ración vale solo 2,95 euros, unas de las más baratas de la ciudad.
Carrer de Provença, 85