La calle es Sant Domènec del Call y la historia se remonta al siglo XIV.
El distrito de Ciutat Vella y la gente que integra la junta ha abierto la veda a renombrar (a desnombrar y nombrar, vaya) la calle Sant Domènec del Call. Las razones aluden a un acto acaecido en este espacio hace siete siglos.
Como parte de unas revueltas vinculadas a la subida de precio de los productos de necesidades básicas, la turba la tomó con los judíos. Sin que éstos fueran los culpables. Una multitud enfurecida se ensañó con la comunidad hebrea hasta el punto de matar a cerca de 300 judíos.
Los asesinos fueron perseguidos, juzgados y encarcelados. No obstante, tomando un convento como referencia, la calle fue rebautizada. El nomenclator de Barcelona lo explica así: «La calle fue objeto de pillajes y saqueos el 5 de agosto de 1390. Tras la expulsión de los judíos que vivían en ella, adoptó el nuevo nombre en recuerdo del primer convento de frailes predicadores que Santo Domingo estableció, no muy lejos del lugar, en su visita a Barcelona en el año 1219″. Vaya eufemismo, el de expulsión.
Ahora, la comunidad judía moderna, de fuerte presencia en Barcelona y siempre combatiente ante la época más turbia de antisemitismo local, ha propuesto el cambio de nombre. Lleva varios años quejándose, pero esta vez parece que va en serio: la propuesta se debatirá y votará el lunes en el pleno del distrito.
El nombre propuesto es el de Salomó ben Adret, un importante talmudista local del Siglo XIII.
Pase lo que termine pasando, está claro que esta decisión se enmarca en un contexto de concienciación social ante los homenajes y las pleitesias rendidas a personas, fechas o épocas que ahora producen vergüenza.
Fuente: El Periódico