Esta mañana se han liberado las 24 tortugas marinas que nacieron en la playa de la Mar Bella hace un año. Los animales han sido cuidados durante todo este tiempo por la Fundación CRAM, hasta conseguir un peso y medida óptimos.
La historia es entrañable y se remonta al verano pasado, cuando se encontraron 77 huevos en un nido de tortuga babaua (“Caretta caretta”) en la playa de la Mar Bella. Aunque la mayoría de las crias se devolvieron al mar en cuanto salieron del huevo, 29 se trasladaron a las instalaciones del CRAM para poderlas criar en captividad.
5 fallecieron durante sus primeros días de vida debido a un problema en el desarrollo de sus órganos internos. Sin emabrgo, a las 24 restantes, ahora que han llegado al peso ideal, se las puede reintroducir en el mar y favorecer así la supervivencia.
El gesto de devolverlas al mar ha tenido lugar esta mañana, a las 7:00h, en un acto cerrado al público debido a las restricciones Covid. Un gesto similar al que tuvo lugar el 16 de julio de 2020, hace ahora poco más de un año, cuando un millón de personas se ofrecieron voluntarias para custodiar los huevos. Un acto que nos confirma que, a veces, la colaboración ciudadana puede ser tan maravillosa como la vida misma.