Que los turistas nos comen con patatas no es ninguna novedad. De hecho, no es de extrañar que sea la principal preocupación de nuestra ciudad hoy en día para sus vecinos. Y es que, ojo al dato, de las 15 capitales europeas más turísticas Barcelona es la que más ha aumentado en pernoctaciones hoteleras, concretamente un 8,5%. Y parece que la tendencia continúa.
Esta inundación turística, que obviamente tiene sus vaivenes y que en verano alcanza su cima, es muy palpable en los barrios céntricos. Hasta aquí nada de extrañar, pero… ¿cómo te quedarías si te decimos que en el Gòtic hay aproximadamente siete plazas turísticas por cada 10 vecinos? Es decir, en los meses con ocupación casi plena podría haber siete turistas por las calles por cada diez personas locales.
Esa es la estimación actual a la que se ha llegado en un estudio que determina que de los 73 barrios que conforman Barcelona tan solo 25 de ellos soportan el 89% de esta ocupación hotelera. Otro ejemplo clarificador es por ejemplo la Dreta de l’Eixample, con 6,7 plazas para turistas por cada diez barceloneses.
Sin embargo, todas estas medidas son orientativas, porque es imposible tener a día de hoy un porcentaje exacto que nos diga hasta qué punto nos comen o no los turistas ya que cada vez es más habitual el turismo que no se ve. O mejor dicho, el que no consta. Lo que es inevitable es quedarnos con la sensación de que al girar una esquina en verano por Ciutat Vella sea más fácil encontrarse con un turista que con un barcelonés.
Foto de portada: Carles Ribas
Fuente del artículo: La Vanguardia