Renovarse o morir, parece haber sido el mantra asumido por los taxistas.
Solventado (para bien o para mal: solventado) el problema entre taxis y VTC en Cataluña, el estancamiento no es una opción. Solventado el problema, decimos, el Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona no contempla el inmovilismo.
Prueba de ello es que ha empezado a avanzar hacia una posición popular entre los usuarios de este tipo de servicios (no la botellita de agua): la posibilidad de ofrecer tarifas a precio cerrado.
Una de las grandes preocupaciones del usuario habitual del taxi (también motivo por el que la popularidad de Uber y Cabify estaba en auge) es la incertidumbre absoluta sobre lo que te va a costar una carrera. La falta de transparencia relativa al precio. Algo que, como decimos, podría dejar de ser preocupación a partir de primavera.
Aunque hay matices, claro: el servicio de precio cerrado solo se podría contratar a través de aplicaciones como MyTaxi, JoinUp o TaxiClick.
El servicio, ha dicho María Teresa Carrillo (gerente del Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona), no tendrá un algoritmo que modifique el precio en función de la lluvia o de cualquier cuestión relativa a la demanda.