
Hay restaurantes conocidos buenos y populares, otros que son buenos y poco conocidos, muchos que son malos y también muy conocidos y luego, además, hay otra categoría especial, donde entran los restaurantes que son buenos pero conocidos, solo, entre cocineros y otras personas que saben de comida.
Topik sería uno de estos. Si no, no se explica que, tras 16 años funcionando, su cocina catalana-japonesa siga apareciendo en las listas de críticos conocidos y sus dueños, el matrimonio formado por el chef Adelf Morales y la jefa de sala Eva Melès, sigan siendo mencionados entre los más respetables, pero el restaurante no se suela mencionar entre los mejores de la ciudad.
Hoy lo visitamos e intentamos entender por qué.
Una cocina que va de Lleida a Japón
Un restaurante que tiene en su carta caracoles de la yaya (lleidatana) a la gormanda a la vez que sashimis puede salir muy mal. Pero en Topik son finos y Adelf (grandote, manejando enormes cuchillos japoneses), sabe lo que hace: su cocina (su restaurante), es sencillo, sensible y sabroso.
Sencillo porque, como buen heredero japonés (tiene una treintena de cuchillos nipones, algunos expuestos) sus platos buscan más respetar el producto, sobre todo cuando es pescado, que otra cosa. De ahí platos como la caballa con ponzu, con pescado de proximidad, y salsa y sencillez japonesa.
Sabroso por platos como su croqueta de pato Pekín, que lleva años en carta, y que ahora se sirve con una lámina de pepino encurtido.
Finalmente, sensible por la remodelación, el ambiente o hasta la música y la forma de comunicarse con discreción con el equipo, todo hecho para no molestar: , con la mano sensible de un hostelero profesional que no abre su restaurante si él no está, porque nadie trata como él las láminas de atún shu-toro que esta vez sirvió con tirabeques, en otro plato «a la japonesa» y que resume, de nuevo, el espíritu del lugar.
Diseñar el menú con el chef (y ver cómo lo cocina ante nosotros)
Topik fue conocido, en su momento, por uno menú degustación muy accesible que permitía conocer su cocina. Hoy eso ya no es posible, pero la oferta es igual de seductora: por 80€ Adelf decide cada día lo que te pone en el menú, con varios de sus entrante y principales y siempre acabando con pescado del día o arroz. Recomendamos, por cierto, no saltarse el arroz, que entra en nuestra lista de preferido.
Lo divertido es que, como el menú se construye al momento, el cliente puede pedir tal o cual plato en la combinación. Además, con la remodelación del local, Adelf cocina en la barra, a la que están pegadas algunas mesas que ven, en directo, como se hace esa tortilla abierta de gambas frescas, erizo y katsuobushi, y van saboreando así, con antelación, el placer de su comida.