Como se dice siempre: es una de esas historias que te hace recuperar la fe en la humanidad.
La situación es la siguiente: una pareja de rusos lleva en su maleta tres mil euros repartidos en unos cuantos fajos de billetes y una cámara y unos objetivos cuyo valor sumado llega a unos ocho mil euros. En total, once mil euros. La pareja de rusos pierde u olvida la maleta en el Parque Central del Poblenou.
La pareja, como hubiera hecho todo hijo de vecino, va a comisaría (con nula esperanza, claro) a denunciar la desaparición de la maleta. En la comisaría del distrito de Sant Martí les dicen que, en caso de que aparezca, contactarán con ellos (es lo que se dice en estos casos).
Lo que se dice y, si llega a aparecer, lo que se hace. Y lo que se hizo. Un vecino se encontró con la maleta y en un acto de ciudadanía elogiable (denle la medalla de la ciudad a ese héroe anónimo), llevó la maleta a la comisaría.
La mujer (soy incapaz de transcribir el nombre) puso en Facebook un mensaje de agradecimiento y dijo que: “Es un milagro. En Rusia esto es imposible. Nos han devuelto todo”.
Aquesta setmana, agents de la @barcelona_GUB de @Bcn_SantMarti han recuperat una maleta amb material valorat en 8000 euros. Gràcies a les gestions realitzades, vam poder-la retornar als propietaris abans que agafessin l’avió de tornada, els quals ens expressen el seu agraïment. pic.twitter.com/biOxe0mZmx
— Guàrdia Urbana Barcelona (@barcelona_GUB) 23 de enero de 2019